A pesar de las restricciones globales de circulación y los desafíos en los que nos hemos visto implicados a causa de la pandemia del SARS-CoV-2, la novena edición anual del que es uno de los certámenes más prestigiosos en lo que a la fotografía submarina se refiere, al certámen del Fotógrafo de arte oceánico del año, que en esta ocasión atrajo una vez más la participación de cientos de fotógrafos de todo el mundo y miles de fotografías de alto calibre.

Y es que en este aciago año los exploradores submarinos se las han ingeniado para tomar fotos en los propios patios traseros de sus casas, revisar sus archivos en busca de joyas pasadas o desplazarse a los destinos a los que aún era posible viajar para ofrecernos algunas fotografías más llamativas en la disciplina.

El día del tentáculo. Fotografía ganadora absoluta de la competición y galardonada con el primer premio en la categoría: Gran angular Foto: Gaetano Dario Gargiulo

 “El día que tomé esta fotografía decidí quedarme en una poza ya que la marea estaba demasiado baja como para para aventurarme fuera de sus límites. En una de las partes menos profundas advertí la presencia de un pulpo. Coloqué mi cámara cerca de su guarida y el pulpo comenzó a interactuar con ella. ¡Salió completamente de su cuchitril y para nuestro asombro comenzó a tomar fotografías! Mi hijo de 3 años, al fondo, tenía mucha curiosidad por el pulpo”, cuenta el fotógrafo.

Caballo de mar. Fotografía galardonada con el primer premio en la categoría: Macro. Foto: Galice Hoarau

“El caballito de mar pigmeo de Pontoh –Hippocampus pontohi– es uno de los caballitos de mar más pequeños y más recientemente descubiertos. Viven en las paredes de los arrecifes y puede ser difícil encontrarlos. Este individuo en particular estaba colgando de la pared, lo que me permitió el uso de un snoot para iluminarlo”.

Cangrejos de apareamiento. Fotografía galardonada con el primer premio en la categoría: Vida Marina. Foto: Steven Kovacs

“Los cangrejos nadadores del sargazo son un hallazgo bastante común en las aguas de Florida, especialmente cuando se pueden encontrar matas de sargazo flotando en la superficie. Por la noche se les puede encontrar sumergiéndose en las profundidades, bien lejos de sus hogares protectores en busca de alimento. En esta ocasión, mientras movía las luces de lado a lado buscando en la oscuridad sujetos para fotografiar durante una inmersión en aguas negras, me sorprendió encontrar a estos dos cangrejos en un abrazo de apareamiento buceando y girando junto a mí mientras nadaba a 50 pies de profundidad. Esta fue la primera vez que me encontré con este comportamiento en varios años de buceo en mar abierto y tuve la suerte de poder capturar una fotografía antes de que la pareja amorosa desapareciera en la oscuridad”.

Blenny de Mardi Gras. Fotografía galardonada con el segundo premio en la categoría: Retrato Foto: Jeff Molder

“Estos pequeños sujetos son difíciles de fotografiar; yo compararía el desafío con fotografiar luciérnagas por la noche, con la salvedad, eso sí,  de que esta vez todo transcurre bajo el agua. Al ser descubiertos, revolotean erráticamente por la columna de agua, deteniéndose solo momentáneamente para hacer brillar sus aletas pectorales en un vano intento de parecer más grandes mientras intentan evadir la captura”.

Ad Astra
Fotografía galardonada con el segundo premio en la categoría: Gran angular compacto.Foto: Andrea Michelutti

“Era un día nublado, lo que en Italia llamamos “cielo a pecorelle”. Estaba filmando en macro, pero cuando vi los rayos de luz convertí la configuración a gran angular, porque había muchas medusas de barril en el agua. Estaba a poca profundidad, a unos 3 metros, y comencé a jugar con el sol y las medusas hasta dar con la composición deseada, con el peñasco a la derecha y las nubes a la izquierda. Tuve suerte porque la medusa estaba perfectamente posicionada frente al sol como una nave estelar”.