La Prima Ballerina Assoluta del Ballet Nacional de Cuba, la legendaria Alicia Alonso, falleció a la edad de 99 años en La Habana. La triste noticia del deceso de la artífice de la Escuela Cubana de Ballet propicia a los tuneros la evocación de las ocasiones en que la artista estuvo en nuestra tierra.
Además de su presencia entre los moradores de Las Tunas, en la década del sesenta y ochenta del pasado siglo, Alicia estuvo aquí en tres ocasiones en la actual centuria: en 2007, 2010 y 2012.
En estos predios recibió distinciones como la condición de Huésped Ilustre y Permanente de la urbe tunera, la réplica del machete del Mayor General Vicente García, a escala natural; el escudo de la ciudad y la pluma de El Cucalambé.
Los habitantes de la región que inaugura el oriente cubano siempre recordaremos su actuación y la de su excelsa compañía de danza, sus palabras cuando recibió condecoraciones, el paseo en coche por la principal arteria citadina, sencillo pero anhelado sueño de la bailarina, y la ternura emanada del alma de esta mujer.
El legado creador de la Alonso se torna universal al trascender, cual magistral intérprete de piezas como Giselle y Carmen, y también por ser reconocido en el mundo el virtuosismo de la Escuela Cubana de Ballet. Una academia gestada por la diva de la danza en la Mayor de las Antillas y distinguida entre las más insignes del orbe.