Las autoridades palestinas condenaron hoy en duros términos un plan israelí para construir miles de viviendas en la zona conocida como E1, considerado el proyecto expansionista más peligroso porque corta en dos a la ocupada Cisjordania.
El vocero de la Autoridad Nacional Palestina, Nabil Abu Rudeina, rechazó la aprobación ayer de la iniciativa, que permitirá levantar tres mil 400 unidades habitacionales en la zona, ubicada entre Jerusalén Este y la colonia judía de Ma’ale Adumim.
Tal propuesta viola el derecho internacional y varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en especial la 2334, la cual estipula que todos los asentamientos son ilegales, ya sea en la Franja de Gaza o en Cisjordania, subrayó.
Rudeina afirmó que las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu son un desafío al mundo y advirtió que el plan representa una escalada peligrosa que partirá en dos a la Ribera Occidental.
En similar sentido se pronunció el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados, que alertó sobre la separación de la zona ocupada de Jerusalén oriental del resto de Cisjordania.
Esa decisión socavará las posibilidades de crear un Estado palestino sobre el terreno, al desgarrar su unidad geográfica y demográfica para consagrar la división de Cisjordania en regiones y cantones aislados geográficamente, subrayó.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional Palestino, Rawhi Fattouh, calificó el plan de una limpieza étnica que busca “cerrar el camino a cualquier posibilidad de implementar la internacionalmente reconocida solución de dos Estados”.
El proyecto consolida la anexión colonial y conduce al desplazamiento forzado de nuestro pueblo, consideró.
El ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, admitió ayer en un comunicado que el plan “borra en la práctica la ilusión de los dos Estados y consolida el control del pueblo judío sobre el corazón de la Tierra de Israel”.
Smotrich, que vive en una colonia, y es conocido por sus posturas antipalestinas y ultraderechistas, afirmó que “el Estado palestino está siendo borrado de la mesa no con eslóganes, sino con acciones”.
Cada asentamiento, cada barrio, cada vivienda es un nuevo clavo en el ataúd de esta peligrosa idea, apuntó.
Más de 750 mil colonos viven en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Este, según datos oficiales.
Tomado de Cuba Si