Volvemos a nuestra sección, historias Panamericanas y hablamos hoy de uno de los peloteros más grande que ha dado Cuba, el señor de los cuatrocientos.

Osmany Urrutia Ramírez, alcanzó su primer título Panamericano, en los juegos de Santo Domingo, República Dominicana 2003 y el segundo le llegó en Río de Janeiro, Brasil 2007.

En suelo quisqueyano, Cuba obtuvo su noveno metal de forma consecutiva y le ganó en la final a Estados Unidos, tres carreras por una y macagua, como era conocido Osmany entre sus compañeros de equipo, se destacó con el madero, bateando para 364.

En los venideros juegos, seguía el paso arrollador del elenco antillano, con un Urrutia que a pesar de batear 400 en la pelota cubana, le era bien difícil consagrarse con los elencos nacionales.

El año 2007 fue uno de los mejores en su carrera deportiva, terminó como ya era de costumbre siendo el líder de los bateadores, aunque se quedó por debajo de los 400, promedio para 371, pero fue la serie en la que Las Tunas por primera vez, clasificaba a una postemporada.

En la final de Río, Cuba le ganó con el mismo marcador a Estados Unidos, como lo había hecho cuatro años atrás, tres carreras por una y Osmany, bateó en el encuentro final de 4-4, con una base robada.