Guillermo Vidal: Absolutamente nadie es inocente

Entrevista realizada a Guillermo Vidal Ortiz por Moraima Pérez Rosales para el programa Atrapando espacios de la emisora provincial Radio Victoria en 1997.Dirigido por Luis Alberto Berrey Peña. 

-Guillermo Vidal Ortiz, Guille, para sus amigos. Nació en Las Tunas en 1952. Considerado uno de los narradores más importantes de la literatura cubana actual. Su prosa alarma, sacude a lector hasta despertarle los demonios que según el escritor, todo hombre lleva dentro. Diestro en eso de tocar el punto exacto para conducirnos al asombro sin avergonzarnos.

Guillermo Vidal por su manera fresca y atrevida va a connotados cuestionamientos sociales, filosóficos, existenciales y por qué no, marginales, inherentes a todo humano sin dejar fuera al adolescente, al niño, a la mujer.

Guille, otra vez en Atrapando espacios. Ahora tenemos la posibilidad de establecer una conversación con los lectores o con los que están por leerte. ¿No crees? Repasando tu obra pensaba en la visión que pueden tener del tiempo los escritores.  Desde Los iniciados hasta El caníbal, que es la última obra tuya que conozco, aunque sé que has escrito más. ¿De qué manera ha pasado el tiempo para ti y para tu obra? ¿Qué te ha dejado? ¿Qué te has llevado?

Yo era más inocente cuando escribí Los iniciados. Fue el premio 13 de marzo de 1985 y ya paso más de una década. Y una década y un poquito más marca a toda persona y a mí también. He tenido cosas muy lindas que me han pasado en mi vida y cosas muy malas. He perdido familiares, me han pasado cosas muy difíciles, muy duras. He tenido incomprensiones, como casi todo el mundo y momentos felices. Creo que eso también es parte de lo que vendría después en la literatura, lo que yo haría en libros posteriores. En Se permuta tenía más o menos la misma visión pero no así. Lo importante es que alguna vez lo lean a uno, si es posible. Y después pasaron otros libros y pasó Matarile que ya escribí desde otra óptica, creo que con un poco más de madurez intelectual.

-¿Matarile fue tu primera novela?

Es realmente la primera novela que se conoce, no la primera que escribí.

-Tú empezaste por los cuentos. ¿Crees que hay un momento especial del escritor para llegar a la novela? ¿Que necesariamente se empieza por el cuento?

Vargas Llosa escribió unos cuentecitos más o menos y algún cuento bueno. Y enseguida empezó a publicar sus grandes novelas. Pero Vargas Llosa es un monstruo de la literatura, es uno de los grandes de habla hispana.

Yo empecé con cuentos, no soy Vargas Llosa. Salvando las distancias me parece que el cuento es tan difícil como la novela. Solo que a mí la novela me resulta más grata, más cómoda, puedo reflexionar mucho mejor, hacer mayor número de variaciones técnicas del lenguaje. Es decir, me estoy sintiendo mucho mejor en la novela pero no estoy viviendo del cuento.

– ¿Después de la experiencia de la novela puedes regresar al cuento?

Si. Yo entregué un libro de cuentos a la editorial Oriente. Alberto Garrido el excelente escritor y amigo mío, mi hermano, me avisó que la editorial había aprobado el libro de cuentos Donde nadie nos vea. Es un libro de cuentos cuyos protagonistas son niños, niños perversos. Perversos no, pervertidos.

-¿Y por qué niños pervertidos?

Porque las personas tratan de ocultar la perversión infantil pero yo pienso que los niños no son tan santos como la gente cree. Los niños piensan cosas tremendas y algunos hacen cosas tremendas y otros simplemente ven cosas tremendas o reciben proposiciones tremendas que nadie es capaz de decir o casi nadie se atreve a pronunciar. Y entonces en ese sentido hay algunos cuentos de Donde nadie nos vea que yo sé que va a escandalizar un poco.

-También la literatura es para eso, para sacudirnos. A propósito de los niños, me parece que tienes un niño y un adolescente muy particular en tu literatura. Has sabido meterte en su piel y en la piel de seres marginados. ¿Cómo lo logras?

Mi amigo López Sacha me dijo una vez “no mates al niño, ese niño que tienen tú y Senel Paz es un niño importante”. Yo creo que las vivencias o los recuerdos, o el lenguaje que utilizamos en cierto momento favorecen la creación psico lingüística del niño. Un niño que en mi caso es un niño un tanto perverso. No como el niño aquel de mi hermano Senel, es un niño más cándido, mas fantasioso diría yo, sobretodo más noble. Este niño como personaje que tengo. No quiere decir que yo fuera un niño así. A veces alguien me pregunta “fuiste así”. No, no exactamente, vi y otros me contaron también y otras cosas que yo pensé.

-¿Entonces, no crees en la inocencia de los niños?

Absolutamente nadie es inocente.

-¿Cómo logras despojarte de todo esa cosa que nos deja la madurez?

Por ejemplo tú te preguntas como es posible que personas que tienen mucha más cultura que uno, mucha más experiencia, mucha más malicia, no son escritores o no escriben novelas y cuentos. Ahí está una de las respuestas, no le dictan,quizás no le dictan o quizás no pueden por alguna razón. Tengo amigos excelentes que tienen una información de primera mano, que me sorprenden y no han escrito una novela.

-Sí, no se lo han dictado. Y hay otros niños en la literatura, está el de Reinaldo Arenas, está el de Senel que tú hablas y esta el tuyo. ¿Cómo tú ves cada uno de estos niños?

Algunos han establecido un nexo de relación entre esos tres niños. Pero creo que no, que si hay diferencias. El niño de Senel es más inocente, cándido es un niño de campo. El niño de Reinaldo también es de campo y el mío es de pueblito. El niño de Reinaldo es de campo pero es mucho más fantasioso.

-Que entra también en la perversión.

Que entra en la perversión.

-Quizás de manera más ingenua.

Si pero también lo es. También es perverso ese niño de Reinaldo Arenas. Me parece que es un niño excelente por el nivel de fantasía que alcanza Reinaldo Arenas. A mí si tú me pones a escoger entre los tres niños, yo me quedo con los niños de Senel y de Reinaldo, más que con los niños que yo he empleado. Lo digo sin falsa modestia, es que me parecen mejor tratados. La crítica hasta el momento, los ha visto como niños simplemente. Pero hay sus aristas importantes para la literatura y para el desarrollo ulterior de personajes infantiles en la literatura, en la narrativa en particular.

-Es mucho más difícil ver dentro de la narrativa adulta tratados personajes infantiles. Ahora recordaba Un mundo para Julius de Alfredo Bryce Echenique y es un niño muy bien logrado también.

Esa es una excelente novela. A mí me impactó, me impacta la personalidad de Bryce Echenique    las cosas que le han pasado, perdió sus manuscritos, perdió su dinero, de repente se vio sin nada y también el lenguaje, sobretodo en la novela.

-Ahora pensaba en este niño, pensaba en la literatura latinoamericana en sentido general porque también Vargas Llosa recrea los muchachos, la adolescencia en Los cachorros, en Elogio de la madrastra.

Son personajes importantes, es el niño que fuimos, el niño que quisimos ser, el niño que no fuimos.

– Y del que nunca podemos desprendernos.

No te desprendes del niño, yo creo eso. Porque sueñas como niño. Porque cuando eras niño también sueñas como adulto. Porque, a veces, las personas no se quieren dar cuenta de que niños de 5 o 6 años, ya piensan como adultos, ya tienen posibilidades de cosas. Yo recuerdo que pensé cosas que ahora no me alarmo, pero las pensé ya cuando era muy niño.

-¿Crees que se puede hacer buena literatura y llevarla al mundo, lograr tener lectores en todos los lugares que es lo que siempre aspira un escritor desde su pueblo natal?

Todo eso que has dicho me alarma un poco y si creo que se puede, especialmente mientras menos te molesten, mientras más te dejen en paz, pues tú puedes escribir desde aquí. Si lees, si tienes información y no te crees un escritor que escribe, simplemente porque eres de Tunas, eres simplemente un escritor. Ni siquiera un escritor tunero. Yo no niego a Las Tunas, al contrario, a mí me resulta grato ser de Tunas.

-Y está reflejado en tu literatura.

Si está reflejado y me alegro. Y   pongo los nombres de mis amigos, de mi familia, de los lugares. No me refiero a eso, me refiero a que en definitiva uno es escritor simple y llanamente. Bueno, regular o malo, eso lo dicen los demás.

-Alguien decía que el secreto de lo universal estaba en estar cada vez más cerca de lo de uno.

Si. Yo estaba escuchando una entrevista que le hicieron a Juan Rulfo y efectivamente, Rulfo escribía como hablaba. Pero las personas que vivian donde Rulfo, también hablaban así. De modo que tú te lees Pedro Páramo o El llano en llamas, y te parece que eso es un aporte tremendo. Pero si tú llevas un tunero para otro país, tal vez se alarmen del tono, de los giros lingüísticos, de las costumbres, del modo de pensar. Eso también es lo autóctono, eso también es lo que llama la atención a los demás.

-Mira a Gabriel García Márquez como ha universalizado su Aracataca, su Macondo.

Si. Así tienes muchos casos.

-Casi todos.

Hay un montón de escritores que han inventado su lugar.

-Pero yo creo que la fuerza y el poder de la buena literatura nadie lo puede parar, sola llega a cualquier rincón del mundo.

Me doy cuenta que yo soy un tipo obstinado. Que todos los días se dice que tiene que escribir y que tiene que hacerlo mejor y que se impone tareas difíciles en la literatura y que no pierde tiempo, sino que trata de escribir todo lo más que puede, todo lo mejor que puede. Sin importarle si sales aquí o allá, si te mueves para un lugar u otro. Lo importante es que tú escribas que hagas el trabajo.

Yo creo haberte hablado alguna vez de Ella es tan sucia como sus ojos, que es una novela que yo le dedico a las amigas mías bibliotecarias de aquí de Las Tunas y está a base de diálogos, con mucho chanchullo.

Después de muchas discusiones esta Salsa Paradise, es una novela con música salsa. Es todo un choteo, es un jolgorio de punta a cabo, una especie de Confabulación de la araña pero mayor.

-Pero detrás de todo eso hay un espacio importante para el erotismo.

Si, como no. Y hasta casi para la pornografía, bordeándola estoy, sin groserías, sin obscenidades pero eso que la gente le llama la pornografía, si es bien hecha es arte también. O sea, estoy hablando no de algo que es tan burdo que la gente discute, no. Obviamente no se trata de eso, sino el erotismo directo, tocando, describiendo relaciones. Porque se trata de una relación entre una, llamémosle jinetera y un turista, es el elemento conductor de la novela y entonces tengo que describir escenas fuertes, calientes vamos a decir.

-¿Por qué siempre el sexo en tu literatura? ¿Es alguna obsesión?

Esa es la obsesión de casi todo el mundo.

-¿Qué diría Freud de los escritores que siempre hablan de sexo?

Yo no soy freudiano, no exactamente. He leído a Freud pero el sexo está en todo el mundo. El sexo es una bendición de dios y dios nos da el sexo para que disfrutemos. No en un plano inmoral pero el sexo es de la persona. Entonces todo el mundo piensa en el sexo de una manera o de otra. Y no tengo nada en particular, no soy más sexual que las demás personas, creo yo. Aunque tal vez si lo soy, uno nunca sabe cuan sexual es con respecto a los demás, eso no lo puedo probar nunca. Esta el sexo hasta en los filmes baratos, está en la calle, en la mirada de la gente. Esta también en lo que la gente piensa y no dice.

-Hay que saber deslindar entre un sexo hecho para el mercado y un sexo hecho para el arte.

Yo escribí El caníbal por ejemplo, que es una novela de historia gay, marcadamente gay, una historia de amor entre dos individuos, con toda la malicia de que fui capaz.  Yo no soy un escritor que quiere armar escándalos, sino que los escándalos me vienen.

-Estas despertando los demonios de la gente.

Alguna gente tiene esos demonios de los que habla Vargas Llosa en La creación, y también las cosas que le molestan y los infundios, cosas que tú no pensabas que se podían decir en la literatura y que tú las dices. Eso me interesa especialmente. Todo se puede decir, hay libertad absoluta para mí, por lo menos hay libertad absoluta para escribir. Estoy subrayando para escribir lo que yo quiera y lo que yo pueda. Y haré siempre de ello algo muy importante, un bastión. Yo escribo lo que pienso, lo que quiero, y a veces, escribo incluso de lo que no estoy de acuerdo. Pero escribo tocando o tratando de tocar la sensibilidad de la gente.

-Creo que es lo que debería hacer cualquier escritor auténtico, que es consecuente con su oficio.

Que buena tú eres, eres buena conmigo, muy amable. Gracias por lo de escritor auténtico que me podría tocar.

-Locos, perversos, gays… ¿Consideras tu literatura, teniendo en cuenta la crítica, una literatura marginal?

En cierto sentido lo es, en cierto sentido me encanta lo marginal. Pero sobre todo me encanta husmear en las partes más turbias pero yo no inventé eso. Eso está en la literatura, tú lo sabes muy bien. El escritor, como que buitrea un poco. Como que hace de buitre, busca lo más turbio, lo morboso. La gente también es morbosa. La gente con ello pues se da cuenta de lo malo que es el mundo, lo podrido que está, lo podrido que somos.

¿No eres de los que suele ir a buscar el lado bueno de las cosas?

Si, la gente tiene el lado bueno pero ya con eso es suficiente que tenga el lado bueno. Es para mejorar yo creo que escribo estas cosas.

-¿Qué piensas de la crítica cubana actual, de la crítica literaria? Tú eres aquí en Las Tunas Presidente del Taller de Critica. Pensaba también en tu libro Matarile que fue finalista del Premio de la Crítica.

Yo creo que la crítica es importante si es noble, si no tiene maldad. Creo también que necesitamos, en Cuba en general, una crítica que se ocupe más de los libros, que se ocupe más de meterse en el intríngulis de los textos. No es lo suficientemente amplia como para satisfacerme. También el crítico puede molestar, puede perturbar al lector. Y de hecho hay muchos lectores que no gustan de la crítica, precisamente porque les molesta, como ocurre también con los filmes que es lo que más se ve. La gente dice “cuando el crítico te dice que es buena, esa película, no sirve”. Cuando dice que es mala, puedes verla. No creo que sea tan así, a veces el crítico tiene razón. Pero ha habido de todo con la crítica, muchas manipulaciones.

En el caso de la literatura en particular, yo no he sido maltratado por la crítica, al contrario he tenido elegíos y agradezco esos elogios, y también me han dado mi golpe. También arranco los golpes, la gente puede y debe escribir y decir lo que piensa siempre. Yo respeto a aquellos que me trataron mal como críticos pero yo no puedo atender demasiado a los críticos. Yo pienso en mi trabajo, ellos hacen el suyo, yo hago el mío.

Hay escritores que me han dado el ejemplo, estoy pensando ahora en alguien como William Faulkner o Juan Carlos Onetti que no les importó para nada la crítica. Y a mí me está importando poco en el sentido del escritor. Pero creo que la crítica si es buena, si tiene un sentido de orientación. Aquí en Las Tunas lo que hemos es tratado de rescatar, es realmente las polémicas de tipo intelectual, ideo estéticas, filosóficas, que sirvan para comprender mejor el arte, para estimular el pensamiento.

Hay ensayistas estudiosos de la literatura que son fabulosos, que tú te lees como una novela para decirlo del mejor modo.

Me leo algunos textos, algunos estudios críticos. Por ejemplo, los estudios críticos de Vargas Llosa, son novelas, son estudios realmente serios. Y aquí en Cuba hay algunos autores, algunos críticos, que también uno los lee con mucho placer. Estoy pensando en Salvador Redonet, Francisco López Sacha, Leonardo Padura, que te los lees de verdad y disfrutas de ese placer escuchando el fluir del pensamiento del crítico.

-¿Falta espacio para el pensamiento, el debate, el dialogo intelectual?

No tengo una respuesta seria para ello. Me parece más bien que es un problema de las personas, de nosotros, de la voluntad, de lo que no podemos hacer, de lo que no logramos y de la preparación de la gente también. Tu no puede hablar de lo que no sabes. Tu puedes hablar de arte, pero si tú no sabes arte, pues tú lo que haces es un papelazo. Hay gente que estudio una carrera pero no sabe arte. O estudio una carrera de literatura o letras pero no sabe literatura o arte como para establecer relaciones críticas. No es lo mismo el conocimiento para aplicarlo burdamente como lo aprendes en la universidad, que a partir ya del espacio critico teórico que requiere de una preparación, de un aprendizaje, de una forma.

El crítico es una persona de gran capacidad, es un orientador, es un guía para el espectador, para el lector, para receptor.

-¿Has escrito poesía?

Yo disfruto mucho la poesía, yo leo poesía, es una de las cosas que leo con mucho placer y no porque yo sea un poeta, sino porque yo hubiera querido ser un poeta, no me siento frustrado, el poeta es el sumun de la literatura, la verdadera poesía. Hacer poesía, no colocar líneas de versos, como hace la mayoría, estoy hablando de poesía, es realmente complejo.

Nadie me puede imponer que escriba poesía, he escrito a mi esposa, por ejemplo. Escribí un soneto para Gilberto E. Rodríguez, que lo hice medio en broma pero en serio, por el cumpleaños del viejo que lo quise mucho. Gilberto era un gran poeta y cuando me hablas de poesía pienso en Gilberto, en los consejos que me dio también Gilberto, en los poetas que hay aquí en Las Tunas realmente importantes.

El otro día Alex Pausides, el editor de Unión, se quedó maravillado acerca de un libro, un manuscrito del profesor y escritor Ramiro Duarte, un libro de poesía. Yo no me quedé maravillado porque Ramiro Duarte es mi amigo de hace muchos años, he leído sus versos, he revisado y me han gustado. Entonces me doy cuenta que los poemas de Ramiro que han publicados son los peores que él ha escrito en su vida.

-Te agradezco que me hayas acompañado en esta tarde noche con tu grata conversación y hablando de un tema tan apasionante como lo es la literatura.

Me parece que ha sido una tarde noche fabulosa, el tiempo me ha pasado. Pido disculpa si alguna persona se ha aburrido, yo no. Yo he estado aquí de maravillas.

Transcripción por Eddy Crespo Vargas

(Visitado 24 veces, 1 visitas hoy)

Eddy Crespo Vargas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *