La recogida de desechos sólidos en la ciudad de Las Tunas, un tema del que hemos hablado bastante en este medio de prensa, sin embargo, la polémica en torno a este asunto parece inagotable.

Hoy mostraremos las dos caras de la moneda. En una aparecen los directivos de comunales y en la otra el pueblo.

La contingencia energética vivida en el país obligó a las autoridades tuneras a implementar un grupo de acciones emergentes para mantener estable la recogida de desechos sólidos no solo en la ciudad, sino también en toda la provincia.

En Las Tunas se aumentó la plantilla de carretoneros y esa fue la respuesta a la carencia de combustible.

La tracción animal puede convivir con las nuevas tecnologías, así se ahorran portadores energéticos y la eficiencia será mucho mayor a la hora de sanear las comunidades.

Las medidas implementadas en esta oriental provincia durante el déficit de combustible dieron resultado y si no fueron más visibles es justamente por la indisciplina de personas que no valoran el esfuerzo de un grupo grande de hombres y mujeres que le roban tiempo al sueño para mantener limpias las calles.

El horario para depositar la basura en los puntos de recogida es de seis de la mañana a seis de la tarde, pero no todos los vecinos lo respetan, entonces varias arterias de la ciudad pasan días enteros llenas de suciedad y fetidez.

Si el pueblo o una parte del pueblo no apoya el enorme esfuerzo de los obreros de comunales, el sacrificio será en vano.

El llamado está hecho. Entre todos podemos luchas por una ciudad más limpia.