Una mirada hacia lo interno, necesaria para mayores producciones de alimentos en Cuba

Cuba, un país eminentemente agrícola, ha tratado a lo largo de los años de contar con una agricultura que- además de ser sostenible y amigable con el medio ambiente- contribuya de manera significativa a lograr la soberanía y con ello la dependencia cada vez menor de fuentes externas para satisfacer la demanda de su población que sobrepasa los 11 millones de personas.

Entre las causas que dificultan la consecución de esta meta se encuentran en primer lugar las medidas cada vez más recias, impuestas por el bloqueo de los Estados Unidos a la Isla, que median, por ejemplo, en la falta de combustible para realizar las labores de movimiento de tierra o riego, necesarias en cada campaña de siembra.

Además, esta política hostil impide en muchas ocasiones la adquisición de tecnologías de avanzada que agilizan el trabajo, de piezas de repuesto para mantener en funcionamiento maquinarias que con el paso de los años y la explotación diaria se han dañado o de fertilizantes que garantizan el crecimiento óptimo de los cultivos.

       

No obstante, las causas externas no son las únicas que limitan la producción en el país, sino que las propias gestiones dentro del sector han frenado el avance de esta; por ejemplo, la organización ineficiente de algunos puntos de Acopio para la recogida de los productos, las deudas a los campesinos que generan descontento y la cadena de intermediarios que provocan el aumento de los precios en el trayecto de los alimentos del campo a la mesa de los comensales.

Otra de las causas que ha frenado el potencial de la Isla en la agricultura ha sido la falta de coordinación entre las diferentes entidades que en el territorio contribuyen al mismo fin: la producción de alimentos.

En 2019 el presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez convocó a la realización del primer taller de Alimentos con más Ciencia, donde se evidenció la importancia del trabajo en conjunto y las inmensas posibilidades de reducir las importaciones al utilizar en la agricultura productos de fabricación nacional.

Aún hoy Cuba no logra los niveles necesarios de alimentos que precisa, a pesar de las muchas estrategias que se han implementado. La crisis provocada por la pandemia global de la COVID-19 ha conllevado el replanteamiento de las maneras de actuar en el sector.

Ante la realidad de que varias naciones que antes comerciaban con Cuba han cerrado sus fronteras, o han sido más selectivos a la hora de vender sus productos, unido a las restricciones del gobierno estadounidense, el país se ha enfocado en mirar más hacia lo interno para buscar soluciones efectivas.

Algunas deficiencias del sistema de la agricultura en Cuba

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Entre el 65 y 70 por ciento de la disponibilidad total de alimentos de acuerdo con una canasta típica se importan, lo que significa que hoy los niveles de importación de alimentos a la mayor de las Antillas superan los tres mil millones de dólares anuales, explicó a la Agencia Cubana de Noticias Armando Nova González, estudioso del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional, perteneciente a la Universidad de La Habana.

Asimismo, más del 78 por ciento de la producción de alimentos de origen vegetal recaen sobre las formas de producción campesinas, por lo que el investigador enfatizó en la necesidad de que el tema territorial y los productores jueguen un papel preponderante dentro del sistema.

Para Giraldo Jesús Martín Martín, director de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, en la agricultura cubana persiste un problema clave de estructura, organización y gestión de los procesos, lo que se debe revisar o buscarle la mejor solución.

Existe hoy un modelo montado para un sistema de propiedad estatal, pero con un modelo de gestión privada, porque, aunque la mayoría de la tierra en Cuba pertenece al Estado, quienes la trabajan son en mayor cuantía cooperativas y productores privados.
Aun así, el sistema de suministro de los insumos y de la forma de gestión entra a través de la empresa estatal, que a veces no se da cuenta que quien más aporta a su proceso productivo es el modelo de gestión privada, refirió.

El componente más decisivo hoy para lograr los niveles productivos deseados lo constituye el ser humano; la capacidad de contar con esa fuerza de trabajo. Pero para ello hay que estimular y atender a ese trabajador, porque si gana menos de lo que él aporta, su empresa tendrá menos estabilidad laboral y no podrá ser capaz de producir.

Ante todas estas inquietudes y deficiencias la máxima dirección del país ha catalogado a la producción de alimentos como una prioridad nacional y ha trabajado en consecuencia con la vista en que en un futuro se logre mayor INdependencia y sostenibilidad.

https://youtu.be/ADebUlIkhCM?list=PLqYypqErYcl7JeLzHRqBYsKa72TrDhc7T

¿En qué ha trabajado Cuba hasta la fecha en materia alimentaria?

  • A grandes rasgos en los últimos años ha desarrollado acciones que contribuyan a mejorar el panorama actual, entre ellas figuran:
  • La concreción de un Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, el cual toca aspectos como la necesidad de disminuir la dependencia de importaciones de alimentos e insumos; garantizar la calidad e inocuidad; disminuir las pérdidas y desperdicios de alimentos; y consolidar los sistemas alimentarios locales.
  • Se creó y perfecciona un plan de autoabastecimiento municipal enfocado en producir lo suficiente para poder aportar 30 libras per capitas de alimentos entre hortalizas, frutas, granos y vegetales. El programa está encaminado hacia el desarrollo local y potencia la participación activa de los gobiernos locales.
  • La agricultura urbana, suburbana y familiar ha ido cobrando mayor fuerza, tal vez impulsada por las situaciones de crisis en que se ha encontrado el país, pero lo cierto es que se han revitalizado organopónicos que no se habían utilizado en años y se insta a la población a hacer uso de patios y parcelas para aumentar así los niveles de producción.
  • Se trabaja directamente con más de 400 mil productores que integran el sistema agropecuario cubano para encaminarlos hacia el incremento y diversificación de sus producciones.
  • Gracias a la idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en la cual trabajó durante sus últimos años de vida, se ha potenciado la obtención de alimento animal alternativo, mediante la utilización de plantas proteicas. Además, se han revitalizado o creado plantas de pienso líquido donde se aprovechan los subproductos de industrias como la azucarera.
  • La ciencia se ha imbricado mucho más con la producción mediante la concreción de proyectos de avanzada o el uso, cada vez más frecuente, de bioproductos y semillas obtenidas en el país, que cuentan con la calidad, además de la asesoría necesaria para el aumento de los rendimientos.
  • El sistema de Acopio, devenido en Grupo Empresarial, goza hoy de mayor autonomía para administrar de manera eficiente el presupuesto y ha sufrido cambios a lo interno que se espera repercutan en un mejor servicio y por tanto menor pérdida en las cosechas.
  • Diversos decretos y leyes han potenciado el papel activo de las cooperativas en la producción de alimentos en el país, otorgándoles mayor autonomía y poder de decisión.
  • Se cuenta con un sistema nuevo para controlar y mejorar el proceso de contratación de los productos.

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¿Cómo avanzar?

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Para el economista Armando Nova González existen una serie de soluciones que están al alcance de las manos y que lograrían obtener la autosostenibilidad de la producción, por lo que el tema alimentario cubano requiere hoy cambios profundos.

Nova González refirió que el actual modelo de gestión económica de la agricultura ha demostrado que no es el mejor, se debe pensar en uno que resuelva tres problemas fundamentales:

  • La realización de la propiedad, que permite que el productor tenga en sus manos la decisión de cómo combinar los factores productivos y que se decidan desde el territorio aspectos como precios y a quién comercializar, teniendo en cuenta el interés de ambas partes.
  • El mercado, para poder alcanzar la complementariedad entre planificación y mercado y buscar un equilibrio que ayude al desarrollo de la producción.
  • Un enfoque sistémico, en el que a la hora de tomar decisiones no se mire en una sola dirección y se le dé el derecho al productor de participar en la concreción de los proyectos.

Mientras, el Doctor en Ciencias Agrícolas Giraldo Jesús Martín Martín opina que el país no puedes ir hacia una agricultura importadora de insumos, sino hacia una agricultura resiliente, circular, más ecológica, en la cual no haya residuos, sino que estos se aprovechen y reciclen.

Por ejemplo, desde lo local, donde haya un yacimiento de minerales puede haber algún polvo ideal para fertilizantes o donde haya un plan porcino se podría utilizar sus residuales para generar energía o reutilizarlos en la producción del alimento animal, explicó.

Es necesario, por tanto, hacer un cambio en el modelo de producción a nivel nacional, no puede ser lineal sino circular, en el que usted produzca, consuma y recicle o reutilice e invierta en los insumos.

Además, recalcó Martín Martín es necesario formar un personal de acuerdo con las necesidades de la rama; y crear comunidades rurales saludables, para que vivir en el campo no se vea como un castigo sino como un modo de vida que indique prosperidad y felicidad, al disponer también de mejores vías de comunicación, incluido el transporte público.

Si bien es cierto que a pesar de los incontables esfuerzos del patio las producciones, a pesar de los planes trazados cada año, disminuyen, ya sea por razones internas o externas, pero también lo es que no se para de trabajar y pensar en soluciones efectivas para los problemas que más aquejan al sistema agrícola.

Las máximas autoridades de la nación caribeña chequean el avance de la producción alimentaria a diario y el país destina gran parte de sus recursos hacia este sector, queda entonces apostar por un mayor control y organización en las diferentes estructuras y continuar incentivando las ganas y la disposición de las fuerzas productivas.

Por Fidel Rendón Matienzo, Saimi Reyes Carmona y Alianet Beltrán Álvarez| Fotos: Rodolfo Blanco Cue | Diseño de infografía: Abel Roque Cobas/Tomado de ACN

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ACN

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