Presidenciales argentinas: Massa gana primera vuelta, pero irá a balotaje con Milei

Contra la mayoría de los pronósticos, el peronista Sergio Massa venció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas celebradas este domingo, aunque tendrá que enfrentarse en la segunda con el ultraderechista Javier Milei (La Libertad Avanza), quien buscará el apoyo del amplio espectro de la derecha, encabezada por el macrismo, cuya candidata, Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), quedó en el tercer lugar.

En general, en estas elecciones celebradas con tranquilidad y una asistencia de un 74% de los electores, la votación quedo así:

Sergio Massa 36,65% (9 594 828 votos); Javier Milei 30,01% (7 856 659); Patricia Bullrich 23,83% (6 24015); Juan Schiaretti 6,8% (1 780 276) y Myriam Bregman 2,69% (706 691).

El ganador o ganadora debía obtener el 45% de los votos o el 40% a 10 puntos de distancia del segundo para ser elegido presidente. Como no fue así, competirá contra el segundo más votado en segunda vuelta el 19 de noviembre.

La situación no se le presentaba bien a Massa, ministro de Economía, debido a la devaluación del peso en los mercados paralelos y el aumento de la inflación.

Massa corría con desventaja en esta campaña, por su doble papel de ministro y candidato a la Presidencia. Es decir, que sus propuestas económicas para el futuro se chocan con el reclamo de que se apliquen durante su actual gestión al frente del Palacio de Hacienda.

Después de las primarias, el ministro-candidato tomó una serie de medidas para paliar los efectos de la devaluación del 14 de agosto, en busca de contener el deterioro de los salarios. Consiguió, por impulso suyo, que el Congreso eliminará la cuarta categoría del impuesto a las ganancias, lo que favorece a los sectores que se encuentran en la parte superior de la pirámide salarial, pero también hizo anuncios orientados a jubilados y trabajadores informales, entre otros.

Durante el debate, Massa impulsó un nuevo blanqueo en busca de dólares, prometió castigo para los evasores y la creación de una moneda digital, sin dar mayores precisiones al respecto.

Durante la primera parte de la campaña, Massa ha sostenido que “la solución más grande que tiene Argentina es vender lo que hace al mundo y hacerse de los dólares para sacarse de vuelta al Fondo (Monetario Internacional) de encima”. El concepto de conseguir dólares, pagarle al FMI y sacarlo de Argentina es recurrente en la campaña de Massa.

Y asegura que las medidas económicas que ha tomado hasta ahora son “transitorias, pero que tienen que ver con la realidad del momento”, lo que deja entrever que sus decisiones en el futuro pueden ser distintas. “Nuestro litio, nuestro gas, nuestro petróleo, lo que produce el campo, lo que producen las industrias cada vez se va a vender más al mundo, y eso nos va a dar los dólares para ser libres, para ser soberanos”, agrega.

Milei, diputado desde 2021, ha sido el protagonista de esta campaña electoral. El duro mensaje de este economista ultraliberal contra la casta política —a la que tilda de ladrona, parasitaria e inútil— le permitió atraer el voto de millones de personas hartas de años de deterioro económico y social y convertirse en el candidato más votado en las primarias del 13 de agosto.

Ganó en 16 de las 24 provincias del país. Desde entonces, Milei se ha mantenido en cabeza en intención de voto, aunque el fracaso de los sondeos en las anteriores elecciones dejó margen para la sorpresa, como se ha demostrado con el triunfo de Massa en esta primera etapa.

El candidato antisistema creció a través de las redes sociales, por fuera del radar de los medios y de la red territorial de la que disponen los partidos tradicionales. “Nunca hubo un cartel de Milei acá, no lo vimos venir, entró por la ventana”, señalaba días atrás un referente de la Villa 21-24, el barrio popular más grande de Argentina.

Milei obtuvo un gran apoyo de los sectores más vulnerables, tradicionalmente afines al peronismo, aunque también de votantes de clase media y alta. Su promesa de podar con motosierra el gasto público no asusta a una ciudadanía cansada de vivir con una inflación que devora los salarios.

Milei recorrió provincias que ganó en primarias sin haber pisado. Es el caso de Salta, en el noroeste de Argentina, donde arañó el 50% de los votos. El economista cerró allí su campaña federal —que ha bautizado como “tour de la libertad”— el pasado jueves antes de concentrarse esta última semana en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral, que aporta casi el 40% de los votos. Ahora está pendiente su acercamiento o viceversa al macrismo.

También se celebrarán elecciones legislativas en algunas provincias, descollando el triunfo del kirchnerismo en Buenos Aires.

RECORDATORIO

Como muchos conocen, el macrismo ha sido el principal y más reciente creador de tantos males que ha estado sufriendo Argentina y que fueron heredados por el gobierno peronista de Alberto Fernández.

El anterior presidente, Mauricio Macri, endeudó a Argentina con un préstamo de 57 000 millones de dólares del FMI, algo que no aceptaron en un principio los directivos del Fondo, al estimar que esa nación, no los podía pagar, pero lo hicieron por presiones del entonces presidente norteamericano, Donald Trump. No se sabe a ciencia cierta que hizo Macri con la mayor parte del dinero, pero, previendo su derrota, dejó embargado al gobierno que lo sustituyó.

Tal como hizo con los Fondos Buitres que compraron la deuda argentina durante su gobierno, la precedente en ese momento Cristina Fernández, se negó a pagar a los especuladores, lo que sí hizo Macri cuando asumió la presidencia.

Ahora en relación a la deuda con el FMI, Cristina y los parlamentarios fieles al kirchnerismo pretendieron que los 45 000 millones de dólares que se deben todavía al FMI fueran pagados por los argentinos que tienen bienes y dinero ocultos en el exterior.

Los senadores que responden a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, presentaron un proyecto de ley que crea un llamado Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI que se financiará con plata negra, producto de la evasión. Una norma paralela acelera y facilita los pedidos a bancos y entidades financieras para que levanten el secreto fiscal con el que protegen a sus clientes.

Pero la reacción se impuso y el proyecto no fue aprobado.

Tomado de Cuba Si

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