Qué plantea la Política para impulsar el desarrollo territorial?

Con la premisa de que es en los municipios donde se concretan la mayoría de los conceptos y de las proyecciones que se manejan en la actualidad en aras de hacer avanzar la economía del país, el Consejo de Ministros aprobó, en su reunión más reciente, la Política para impulsar el desarrollo territorial.

La novedosa proyección se inserta dentro de la Estrategia Económico-Social de enfrentamiento a la COVID-19, y está sustentada en el liderazgo de los gobiernos municipales y provinciales, y en el aprovechamiento de los recursos y potencialidades de cada localidad.

Al respecto, el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, explicó, en el programa televisivo Mesa Redonda, que la Política tiene en cuenta la experiencia acumulada durante años en materia de desarrollo local y un grupo de conceptos más innovadores, tomados a partir de los avances logrados por algunas provincias.

En su elaboración, aseguró que se ha trabajado de conjunto con la academia, el Ministerio de Educación Superior, el Instituto de Planificación Física y varios Organismos de la Administración Central del Estado.

«Es una tarea que ha llevado tiempo, para tratar de aprovechar lo mejor que hemos alcanzado en esta actividad, y poder proyectar el desarrollo del país sobre bases más sólidas, más consensuadas y con determinada aplicación práctica», aseveró.

El Viceprimer ministro enfatizó en que cuando se habla de desarrollo territorial, ello implica aprovechar al máximo los recursos endógenos y recordó que, en etapas anteriores, en el país se pusieron en marcha proyectos con una dependencia muy alta de la importación. De ahí que todo lo que se conciba en lo adelante, tiene que estar basado en los recursos propios de los territorios.

«Uno tiene que pararse frente a ese escenario y decir: este es el municipio, ¿qué potencial tiene para desarrollarse, qué desafíos debe resolver y con qué cuenta?, pero mirando hacia adentro, no hacia arriba», sentenció.

Por tanto, señaló que para evitar improvisaciones, la política establece, como primer elemento, el diseño de una estrategia de desarrollo territorial, que conciba esos aspectos, sin mirar a la importación.

«Lo segundo son los proyectos, o sea, la vía por la cual se materializa esa estrategia», afirmó Gil Fernández, y añadió que estos pueden ser de corte económico, sociocultural, comunitario, pero que la prioridad del país en este momento está en la producción de alimentos, por ser el problema más urgente a resolver.

Entre las cuestiones más novedosas que aporta la nueva Política, destacó el hecho de que se ha concebido con la mayor amplitud y flexibilidad, tratando de eliminar todas las posibles trabas, tal como exigiera el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

En este sentido, mencionó que pueden ser titulares de proyectos de desarrollo local las entidades estatales (sean empresas o unidades presupuestadas), las cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, los trabajadores por cuenta propia, las instituciones y formas asociativas reconocidas en la legislación, las organizaciones de masas y sociales, e incluso se pueden unir varios de estos actores, sin necesidad de constituir una nueva persona jurídica.

Por ejemplo, se puede aliar una empresa estatal con un trabajador por cuenta propia, para un proyecto común, que responda a la estrategia del territorio.

 

Esta es una manera de aprovechar al máximo las potencialidades que tiene el país y de unirnos todos para enfrentar con mayor éxito la compleja situación económica, a causa de la pandemia, aseveró.

Otro elemento novedoso es la diversidad de fuentes de financiamiento que pueden tener los proyectos, agregó el titular de Economía y Planificación. Entre ellas, destacó el capital propio de las partes que se unan, la contribución territorial, los créditos bancarios, el presupuesto del Estado. Además, puede haber fondos de la cooperación internacional, pero sin que exista una dependencia de estos para la continuidad de los proyectos.

«La sostenibilidad se basa en el aprovechamiento de los recursos del territorio, no en que vengan los insumos del extranjero. Esto es algo que se ha hecho en ocasiones y, al final, los proyectos han terminado funcionando a media máquina o se ha truncado su continuidad», señaló.

Gil Fernández también resaltó los incentivos que comprende la Política para el desarrollo territorial. Sobre este aspecto, mencionó que los proyectos tendrán la posibilidad de retener un porciento de la divisa que sean capaces de generar, para su aprovisionamiento y sostenibilidad.

Unido a esto, podrán disponer del 50 % de sus utilidades para reinvertirlas en el propio proyecto. En tanto, el 50 % restante se empleará como fuente de financiamiento para impulsar otras iniciativas similares.

«Todo se queda en el territorio», dijo, y añadió que estas cuestiones permitirán una mayor autonomía y más capacidad de resolver los problemas.

El Viceprimer ministro cubano expresó que con la nueva Política se le da a los municipios una valiosa herramienta para participar activamente en su desarrollo.

Ahora hay que empeñarse en su implementación, en la capacitación de quienes deben trabajar con ella y en lograr que lo que se haga, se constate en resultados, afirmó.

Advirtió, además, de la enorme presión que ejerce el bloqueo de Estados Unidos sobre nuestra economía y que busca la manera de cortar todos los caminos, incluyendo este.

«También habrá presiones en este sentido. El Gobierno estadounidense tratará de impedir el éxito de esta política y de todo lo que estamos haciendo», alertó. No obstante, aseguró que el país está en condiciones de resistir y de avanzar.

Desarrollo local sobre bases científicas y capacidades endógenas del municipio

El doctor en Ciencias Carlos César Torres Páez, director del Centro de Estudios de Gerencia, Desarrollo Local y Turismo (Gedeltur), se refirió a la política para el desarrollo local y que para su confección fueron tenidas en cuenta las experiencias de varias provincias de la Isla, así como el aporte de distintas universidades y de expertos.

Específicamente, sobre Pinar del Río, el director de Gedeltur significó que la provincia trabaja directamente con los diferentes actores de la sociedad, que intervienen en la planificación de los proyectos, en tanto subrayó que ya están diseñadas 11 estrategias de desarrollo en ese territorio.

De igual forma, insistió en que la concepción del desarrollo local se gesta siempre sobre base científica y aprovechando las capacidades endógenas del municipio.

Entre las líneas desarrolladas con mayor celeridad en las estrategias, el directivo señaló la producción de alimentos en función de la soberanía alimentaria y nutricional del país. En esta directriz se profundiza a partir de la articulación de sistemas de innovación local, que incrementen los resultados productivos, y de esta forma, impacten en el programa de autoabastecimiento municipal y la reanimación de las exportaciones de productos agropecuarios, al tiempo que se prioricen los encadenamientos productivos con el sector del turismo y la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Asimismo, mencionó las líneas encaminadas a fomentar las exportaciones desde la actividad agroforestal del territorio y el turismo local sostenible, en esfuerzos conjuntos con los ministerios de la Agricultura y del Turismo. Sobre este último, especificó que se trata de dar capacidades a los municipios que tengan atractivos turísticos y patrimoniales, para impulsar su comercialización.

Todos estos procesos e iniciativas –dijo– se nutren de las nuevas tecnologías, bajo la perspectiva nacional de la informatización de la sociedad y de las formas de gobierno. Asimismo, insistió en que cada una de las iniciativas tienen como objetivo fundamental mejorar la calidad de vida de los pobladores del territorio.

Entre los principales desafíos que supone la implementación de la política, Torres Páez destacó concluir este año las estrategias de desarrollo de los municipios, y que estos proyectos sean vistos como un bien público, que involucre a todos los actores sociales.

Algunas líneas de la Política para impulsar el desarrollo territorial

Se define el desarrollo local como un proceso esencialmente endógeno, participativo, innovador y de articulación de intereses entre actores, territorios y escalas (municipal, provincial y sectorial/nacional).

Los proyectos de desarrollo local se reconocen como un conjunto de recursos, esfuerzos y acciones que tienen el propósito de transformar una situación existente a otra deseada, que contribuya al desarrollo de los municipios, provincias y comunidades donde actúa, e impacte en la calidad de vida de la población.

En su diseño e implementación debe primar el criterio de potenciar las capacidades de los grupos y actores participantes, aprovechar los recursos endógenos en la solución de las problemáticas planteadas y el carácter participativo de su gestión.

Se reconocen como titulares de los proyectos de desarrollo local a: Entidades estatales (empresas, unidades empresariales de base, unidades presupuestadas, entre otras); trabajadores por cuenta propia; cooperativas agropecuarias y no agropecuarias; organizaciones de masas y sociales; instituciones y formas asociativas reconocidas legalmente; otras formas de propiedad y gestión que se reconozcan legalmente; y la combinación de dos o más actores mencionados anteriormente.

 

 

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Periódico Granma

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