Mucho se especula, y al parecer con razón, sobre el retroceso político del presidente norteamericano, Joe Biden, quien, obligado por el amplio electorado joven demócrata, se ha visto obligado a llamarle la atención a su par sionista israelí, Benjamin Netanyahu, acerca de que el genocidio contra la población de la Franja de Gaza no beneficia en nada a Israel.

Luego de haber asesinado a 32 000 palestinos, más de la mitad niños y mujeres, el gobernante sionista recibe el halón de orejas de Biden, quien también proyecta construir un puerto en el norte del estrecho territorio para hacer llegar una ayuda humanitaria hasta ahora boicoteada por Tel Aviv, a pesar de las muertes por desnutrición y falta de atención médica.

Pero Biden no se ha convertido en un “ser bueno” de la noche a la mañana, sino que en ello influyó una gran parte del electorado joven demócrata, inconforme con su política de apoyo a todo lo que hace Israel, así como el peligro que entraña su extrema vejez y senilidad para presentarse a la reelección.

Esto pone en peligro la hegemonía del Partido Demócrata y ahora más con el dominio en las encuestas de Donald Trump,  pese a la posibilidad de que pudiera ser inhabilitado si se comprueba alguna de las 91 acusaciones en su contra.

Muchos comentaristas, inclusos de The New York Times, un vocero demócrata, coinciden en la posibilidad de que Biden retire su candidatura en favor de otro aspirante menos viejo y nada senil.

Al efecto Ricki Sánchez, presentador cubano de Rossia Today radicado en Florida, apunta que esa renuncia podría ser en junio, cuando al parecer pueda alcanzar los 2 000 votos para oficializar su candidatura, y entregarlos a la persona que la dirección del Partido Demócrata designe. Para él  los más probables son tres gobernadores, encabezados por David Newson, de California.

También se especula sobre la propuesta de que sea Michelle Obama.

“NO COMPROMETIDOS”

Así califican al voto de los partidarios del Partido Demócrata -en su mayoría jóvenes de izquierda y las minorías étnicas- que en las elecciones internas de la organización expresaron el rechazo decidido al apoyo que ha otorgado Biden hasta ahora a la masacre que sigue su curso en Gaza, con atisbos en Cisjordania.

Coinciden Microsoft News y The Associated Press en que el resultado obtenido por los ‘uncommitted’ (‘no comprometidos’, en español), con el 19% en Minnesota y el 13% en Míchigan ?entre otros estados?, ha hecho temblar el soporte que representa, para los demócratas, el ‘Rust Bell’ (cinturón de óxido o manufacturero, en español), territorio industrial y electoral que comprende varios estados y donde se decidieron las presidenciales en el 2016 y el 2020.

Y esto ha provocado un reflejo inmediato en la campaña presidencial de Biden y su giro importante en el apoyo irrestricto a Israel.

COMIENZO

Todo comenzó pocos días antes del supermartes, en la interna demócrata de Míchigan, en la que la opción del ‘voto no comprometido’ logró un sorpresivo 13%, que significa una superación numérica de la ventaja que le sacó el entonces candidato republicano, Donald Trump, a su rival demócrata, Hillary Clinton, en el 2016.

Míchigan tiene la mayor concentración de árabes estadounidenses del país, más de 310 000, y se le conoce en la actualidad como uno de los «estados veletas», que siempre terminan decidiendo la presidencia, incluso por pocos votos.

Especialmente destacable fue la ciudad de Dearborn, en cuyo condado (Wayne) el voto ‘no declarado’ alcanzó el 75% y expresó enérgicamente en un comunicado que «a menos que el presidente corrija el curso de su política (en relación a Palestina), corre el riesgo de arruinar no solo su presidencia, sino al final incluso la propia democracia estadounidense con la elección de Donald Trump”, citó Reuters.

Pero Míchigan no fue el único estado en el que se prenden las alarmas. Propiamente en el supermartes, los ‘uncomitted’ recogieron votos en seis estados y, en dos de ellos consiguieron dos dígitos. Resalta especialmente Minnesota, otro estado del ‘Rust Bell’, donde lograron el 19%.

En fin, los ‘uncomitted’ se la juegan. Han logrado hacer temblar la campaña del actual presidente y, aunque no se auguren mejores tiempos si ganara Donald Trump, sí puede recordarse que durante su administración el pueblo palestino vivió en relativa paz, siempre con un conflicto latente pero nunca con esta lluvia de balas y de bombas que lanza el ejército de Israel de manera desproporcionada, recordó MSN.

Vale escuchar a la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer —copresidenta de la campaña de Biden y una bisagra en el Partido Demócrata, entre las minorías y la Casa Blanca— aclarar la estrategia para aquietar a los amenazantes ‘uncomitted’ y asegurar el voto en su estado y todo el ‘Rust Bell’:

«Va a ser importante que la administración continúe en contacto con los líderes e individuos en las comunidades palestina, musulmana, árabe estadounidense, así como la judía».