Por estos días de homenajes y evocaciones al más universal de los cubanos, en ocasión del aniversario 171 de su natalicio, sobresalió por singular y poco conocido un tributo recordado por el profesor e investigador Luis Enrique Ramos Guadalupe, miembro fundador de la Sociedad Meteorológica de Cuba.
En su perfil de Facebook, este historiador de las ciencias comentaba que un cráter de casi 69 km de diámetro en la superficie de Mercurio fue bautizado en 1976 por la Unión Astronómica Internacional (UAI) con el nombre de Martí.
La UAI ha sido la encargada de la nomenclatura planetaria y de satélites desde su creación en 1919. En consonancia con ello, decidieron que los cráteres de Mercurio llevaran el nombre de famosos artistas fallecidos, músicos, escritores, pintores… reconocidos como figuras históricas.
En consecuencia, uno de los tantos cráteres de ese planeta lleva por nombre Martí, junto a otros bautizados como Miguel de Cervantes, Charles Dickens, Vincent Van Gogh, Handel, Neruda, Beethoven, Shakespeare, Goya, Tolstoi y una amplia lista que en 2012 fue engrosada, entre otros, con los nombres del arquitecto español Antonio Gaudí, del pintor ruso Wassily Kandinsky y del autor de «El señor de los anillos», J.R.R Tolkien.
Aseguran que la superficie de ese cuerpo celeste presenta una abundante cantidad de cráteres debido a que Mercurio tiene una atmósfera muy tenue, lo cual permite la entrada de meteoroides sin que se desintegren; así ha ido acumulando impactos desde su creación hace más de 4000 millones de años.
Como de otro modo afirmaba el profesor Ramos, quizás la UAI no se lo propuso de un modo explícito, pero al bautizar con el nombre de Martí a uno de esos cráteres, también multiplicaba de otra forma la concreción del deseo del Héroe Nacional de morir de cara al sol, porque para la eternidad se perpetuará su recuerdo en el planeta del sistema solar más cercano al astro rey.
Tomado de Cuba Si
