«Cuba reitera su rechazo a los planes israelíes de anexar los territorios palestinos en Cisjordania que incrementarían los riesgos de conflicto en la región. La única solución posible es un Estado palestino con sus fronteras de antes de 1967», publicó recientemente en su cuenta en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.

Tal pronunciamiento acontece en medio de un profundo rechazo internacional a la decisión de Tel Aviv de anexarse alrededor del 30 % del territorio palestino de Cisjordania, una promesa del primer ministro Benjamín Netanyahu que debía iniciar a partir de este mes de julio, tras el espaldarazo recibido por la administración de Donald Trump mediante la publicación del documento de Estados Unidos titulado Paz para la prosperidad. Una visión para mejorar la vida de los pueblos palestino e israelí, denominado como Acuerdo del Siglo.

Varios elementos corroboran la ilegalidad de esta acción del Estado sionista contra el pueblo palestino.

 La anexión constituye una grave violación del Derecho Internacional

La Carta de las Naciones Unidas, el Cuarto Convenio de Ginebra y numerosos acuerdos de la onu establecen la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por la fuerza. La anexión de esta región por parte de Israel, además de constituir una grave violación del Derecho Internacional y de ocho resoluciones del Consejo de Seguridad desde 1967, contraviene el derecho a la independencia y la autodeterminación del pueblo de Palestina, y provocará sufrimiento social y dificultades económicas a la población árabe.

  Constituiría un ejemplo de apartheid contra los palestinos

Michael Lynk, relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967, ha afirmado que la anexión dejaría a los palestinos con solo enclaves de territorios aislados y rodeados por Israel, «lo que quedaría de Cisjordania se convertiría en un Bantustán palestino, un archipiélago de islas distanciadas, completamente rodeado y dividido por Israel y desconectado del mundo exterior». El apartheid califica como crimen de lesa humanidad, de acuerdo con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

    Erosiona la solución de dos Estados acordada internacionalmente y afecta la paz regional

Esta acción de Tel Aviv contraviene la solución amplia, justa y duradera para el conflicto israelo-palestino, que permita al pueblo árabe ejercer el derecho a la libre determinación y disponer de un Estado independiente y soberano en las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, y que garantice el derecho al retorno de los refugiados. Puede desencadenar un nuevo conflicto de incalculables consecuencias en Oriente Medio.

    Es contraria a la postura de la inmensa mayoría de la comunidad internacional

Numerosos Estados, organizaciones y personalidades han condenado los planes de Israel. «Si se implementa, la anexión constituiría una violación más grave del Derecho Internacional, dañaría gravemente la posibilidad de una solución de dos Estados y socavaría las posibilidades de una renovación de las negociaciones. Pido al Gobierno israelí que abandone sus planes de anexión», expresó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

«La anexión es ilegal. Punto (…) Cualquier anexión. Sea el 30 % de Cisjordania o un 5 %», declaró la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.