Guatemala: Oficializan resultados de elecciones, pero suspenden a la coalición de Arévalo

Tras mantener injustificadamente en la incertidumbre durante tres semanas los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala los oficializó este miércoles, por lo cual Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, y Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, pasan a la segunda vuelta, que se celebrará el 20 de agosto próximo, al no obtener ninguno la mayoría absoluta.

Poco antes de que se oficializaran los resultados, también se reveló que por solicitud de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público (MP), el Juzgado Séptimo de Instancia Penal ordenó la suspensión de la personalidad jurídica del partido Movimiento Semilla, afirmando que se había falsificado la firma de uno de sus miembros, además de que 12 fallecidos figuraran también entre sus integrantes.

Tales hechos hacen que Arévalo tendrá una campaña electoral sin el apoyo oficial de Semilla, que también tiene en vilo la elección de 23 diputados.

A no dudarlo, todo forma parte de los obstáculos al único candidato que tiene como bandera principal la lucha contra la corrupción.

RECORDATORIO

Cuando Sandra Torres perdió fraudulentamente en segunda vuelta las elecciones presidenciales guatemaltecas con el inmoral de Jimmy Morales en el 2015 y el hipercorrupto y hoy mandatario saliente, Alejandro Giammattei, en el 2019, nadie hizo caso a los pedidos de la vencedora en la primera vuelta en ambas ocasiones sobre alguna que otra revisión electoral.

Ahora Torres, quien ha derivado a la derecha y ya es una rica empresaria, tras ganar nuevamente en la primera vuelta, sí fue atendida en su petición de búsqueda de fraude en el conteo de votos.

El fin, avieso, es eliminar al otro aspirante a la presidencia en la segunda vuelta, Bernardo Arévalo, de la agrupación Semilla, que tiene como bandera -repito- la lucha contra la corrupción, algo que ha puesto los pelos de punta al entarimado gobernante, principalmente al Ejecutivo.

Sibilinamente, Giammattei, y otros entes internacionales, como la desprestigiada Organización de Estados Americanos, se han hecho los preocupados en cuanto a la realización de la segunda vuelta el 20 de agosto entrante, pero no cuestionaron a las autoridades electorales y judiciales que demoraron indistintamente el proceso, burlándose del pueblo guatemalteco.

De esta manera, mantuvieron en ascuas a los partidarios de la hoy suspendida Semilla con el fin de lograr que se manifiesten violentamente y justificar la intervención de la policía y el ejército.

NECESARIO, PERO DIFÍCIL

En Guatemala había funcionado una comisión anticorrupción auspiciada por Naciones Unidas sobre el problema que tanto ha agravado la situación del pueblo, al no atenderse los problemas medulares. Pero tras un éxito inicial, todo se diluyó e hizo inoperante los esfuerzos al respecto, surgiendo modalidades en las que gobernantes y pandilleros se dieron de la mano.

Así, no es difícil pensar que los esfuerzos en este sentido funcionen, cuando, por ejemplo, en estos momentos las autoridades judiciales han sido cómplices de quienes tratan de anular o entorpecer o eliminar a uno de los aspirantes, para sustituirlo por alguien del “establishment” corrupto.

En entrevista a Prensa Libre, el politólogo y jurista Daniel Novato, director regional para América Latina y el Caribe del Instituto Internacional por la Democracia y Asistencia Electoral (Idea, en inglés), denunció que “ha sido un proceso electoral hiperjudicializado, con una manipulación de todo el aparato de justicia para ir excluyendo a aquellos candidatos que pudieran representar un riesgo para el pacto de corruptos. Y así se fue Telma Cabrera, después Roberto Arzú y también Carlos Pineda.

“En esas condiciones se fue a una jornada electoral que en general transcurrió con varios incidentes, pero que estuvo caracterizada por una abstención del 40%. En eso fue similar al nivel de la abstención que hubo en la primera vuelta en el 2019, pero con un agregado de que hubo entre votos nulos y votos blancos un 24%. Es decir, casi dos terceras partes de los guatemaltecos o no fueron a votar o anularon o votaron en blanco, y ese es un campanazo de alerta muy fuerte para todo el sistema político guatemalteco”, espetó.

ALERTA

Sin dudas, ésta y otras opiniones de expertos, como el sentido común, alertan de que una manipulación judicial que terminara por colocar a algún candidato distinto a los que fueron más votados el pasado 25, provocaría un problema de magnitud, que solo una brutal represión podría atajar, y por un tiempo.

Todos estos elementos demuestran que el sistema político guatemalteco está atravesando una crisis de legitimidad. De ahí la necesidad imperiosa y urgente de aprovechar esta segunda vuelta, que se dispute con todas las garantías. Aquí, el muy desacreditado Tribunal Supremo Electoral tendrá que demostrar equidad en la competencia electoral y dar garantías para que los resultados que surjan de esa segunda vuelta sean inobjetables, transparentes, y que quien gane tenga toda la legitimidad de origen.

Pero, la suspensión de Semilla, con el fin de debilitar la aspirantura de Arévalo, demuestra que se trata de mantener el blindaje a los corruptos, lo cual ahondaría la crisis política.

Tomado de Cuba Si

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