Ese es el llamado constante de la iniciativa social que coordina Danilo Serrano: Súmate. Y siempre desde Cuba, no solo porque geográficamente la campaña se geste y accione en la isla, sino porque lo hace con alma de país, desde dentro, buscando en nuestras realidades y potencialidades soluciones, alianzas, oportunidades. Las buenas prácticas de consumo responsable por las que aboga el mundo este 15 de marzo, no han sido una excepción:
«La Agenda 2030 nos replantea desde el objetivo número 12 el consumo responsable y los hábitos de consumo en función del cuidado, el bienestar y la protección del Medio Ambiente, desde actitudes como el reciclaje, el uso y la disponibilidad de los recursos naturales y, además, cómo las personas podemos ser parte de la resolución de todas las problemáticas. Entonces, la Campaña Súmate, de conjunto con el Ministerio de Economía y Planificación, el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Grupo Empresarial de Recuperación de Materias Primas e Iberostar Hotels and Resorts, organizó un taller con el objetivo de ir aunando esfuerzos entre instituciones, organismos, emprendimientos y, por supuesto, la sociedad civil cubana, un grupo de actores sociales que ya trabajan este tema. La idea final es concientizar, sensibilizar, llegar a las comunidades y encontrar soluciones duraderas y sostenibles», explicó Danilo a CubaSí y seguidamente nos puso al habla con algunos de esos actores.
Desde el CITMA, una especialista aseguró: «Nosotros como Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente realizamos la política vinculada con el tema del Consumo Responsable lo hemos insertado en el nuevo Proyecto de Ley de Medio Ambiente, en la Estrategia Ambiental Nacional y en la estrategia para Transitar hacia una Economía Circular».
Emprendimientos responsables
Los nuevos escenarios económicos a los que se va abriendo el país también apuestan, en muchos casos, por prácticas socialmente responsables. Algunos lo tienen en el ABC de su funcionamiento y podrían servir de ejemplo y motivación para ese creciente sector de emprendimientos que han ido surgiendo.
Selva, por ejemplo, se presenta como «un Emprendimiento Ambiental o Emprendimiento Verde, que tiene como principio promover una cultura y una conciencia ecológica. Somos un emprendimiento de cero plástico, que promueve la reducción del consumo de este material y su sustitución en la vida diaria por otros más amigables con el medio ambiente.
«Con nuestra línea cosmética defendemos un nuevo concepto de belleza, basado en apreciar los rasgos naturales de cada persona y en crear productos que mejoren la salud de nuestra piel, una piel saludable y natural es hermosa, además de hacerlo de forma respetuosa con la naturaleza. En Selva nos gusta cultivar nuestras plantas. Nos encanta vivir el proceso de creación completo, desde plantar hasta la obtención final del producto cosmético. Es la garantía de lograr un resultado 100% orgánico y saludable. Nuestros productos son multifuncionales y completamente naturales, por lo que no generan residuos, disminuye el consumo de productos para la belleza diferenciados, así como el consumo y acumulación de envases. A través de nuestros artículos artesanales, intentamos sensibilizar a las personas con la maravilla del diseño natural y ofrecer alternativas de materiales más amigables con el medioambiente, en busca de generar una empatía con la naturaleza.
Yurena Manfugás nos cuenta sobre BarbarA’s, una propuesta diferente para asumir la moda: «desde que nació, siempre tuvo como una máxima el tema de proteger el medio ambiente, porque una de sus gestoras es la Presidenta de COYURE, el Capítulo Cubano por la defensa medioambiental desde la Unión de Juristas de Cuba. Entonces, poder vincular esa parte de la responsabilidad jurídica, conocer la ley del Medio Ambiente y vincularla con lo que hacemos fue una responsabilidad social. Nosotras somos de esas pequeñas empresas que, desde el inicio, hemos pasado muchísimo trabajo insertando en el propósito nuestro a mujeres que cosen desde su domicilio para no caer en la industrialización. Podemos y tenemos acceso a atelieres, a empresas que pueden coser para nosotras, pero vamos siguiendo toda la pauta de una moda responsable. A eso se une que recopilamos materias primas, materiales y a todo le encontramos provecho. Hemos creado en el 2021 nuestras propias telas a partir de retacería, para nosotras no hay desechos, todo tiene una vida socialmente útil desde lo ambiental.
PaZillo es más que un bar, al menos así se lo han propuesto los representantes de este Proyecto de Desarrollo Local que recientemente se constituyó como MIPYME. Maykel Paz nos cuenta la experiencia: «desde el inicio nos comprometimos con el consumo responsable de todos los recursos en general. Tratamos de disminuir el plástico de un solo uso, defendemos la coctelería artesanal, fabricamos la mayoría de los ingredientes que usamos en la realización de nuestros cocteles, que es a su vez lo que más vendemos. Con el tema de los rones arreglados, por ejemplo, reutilizamos las botellas de vidrio, las sometemos a un proceso de desinfección y esterilización y les damos un segundo uso, a veces hasta tres. Otras botellas las convertimos en vasos. Reutilizamos todo lo que podamos, tratamos de dar un uso sostenible a la energía, para la decoración optamos por la vegetación natural, trabajamos con vajillas de cerámica elaboradas de manera local aquí mismo en La Habana y promovemos el uso de productos locales en general, ya sea del agro, etiquetas, papelerías…»
En estos tiempos «de consumo y humo», Cuba se suma al reto del crecimiento económico desde la responsabilidad social, la sostenibilidad y las buenas prácticas que defienden, sobre todas las cosas, la vida. El consumo responsable es una apuesta por el futuro.
Tomado de Cuba Sí
