La muerte de dos mapuches tras un operativo militar en Chile aviva las tensiones durante el estado de excepción: «Arderá lo que tenga que arder»

El Gobierno de Chile confirmó que dos mapuches murieron tras una serie de aparentes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad producida este miércoles por la tarde (horario local) en la comuna de Cañete, provincia de Arauco, Región del Biobío. Se trata de una zona donde actualmente rige un estado de excepción y militarización, cuya medida es repudiada por las comunidades indígenas en conflicto.

Los incidentes ocurrieron en la ruta P-72, unos 630 kilómetros al sur de la capital. Aunque no hay muchas precisiones sobre lo ocurrido en aquella jornada, que también tuvo tres personas heridas, el Ejecutivo señala que un grupo de encapuchados cortó la carretera. Según Aukin, un portal de noticias mapuches, allí se producía una protesta en contra del despliegue militar.

Relato oficial

La versión de la Armada es que al menos 15 sujetos habrían derrribado una parada de autobús y planeaban incendiarla, al mismo tiempo que se armaba una barricada sobre el asfalto. Mientras sucedían los hechos, el medio local Bío Bío informó que los enfrentamientos se habrían producido tras la detención de un individuo por parte de Carabineros, presuntamente, por trasladarse en un vehículo robado, que llevaba armamento.

El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, contó públicamente el relato oficial. Sostuvo que los disturbios se produjeron en dos momentos diferenciados, uno cerca de las 14 y otro casi a las 18. En la primera oportunidad, Carabineros se acercó a la escena en un vehículo blindado, que habría sido respondido «con armas de fuego». Frente a ello, los efectivos arrojaron «medios disuasivos no letales», como gases lacrimógenos. En un video de un medio afín a la causa indígena, puede verse a los protestantes rodeando al automóvil, con palos y piedras, expulsando a las autoridades del lugar.

Piñera busca extender el estado de excepción por tercera vez

El presidente, Sebastián Piñera, declaró el estado de excepción en la Macrozona Sur a mediados de octubre por un período inicial de 15 días. Esta medida de emergencia ya se prorrogó en dos oportunidades, y el 11 de noviembre será la fecha tope.

Frente a este escenario de reiterados disturbios, el mandatario anunció este martes que enviará al Congreso la solicitud para volver a externder el plazo y garantizar que los uniformados sigan controlando las provincias de Biobío y Arauco (Región del Biobío), junto a Malleco y Cautín (Región de La Araucanía). En su anuncio, Piñera dijo que «devolver paz y seguridad a familias debe comprometer a todos».

Al respecto, algunos legisladores chilenos ya se pronunciaron en contra: «Exigimos ya la desmilitarización de la zona y que los responsables paguen ante la Justicia. Basta de impunidad», sostuvo Camila Vallejo Dowling, diputada del Partido Comunista (PC). «Estirar el estado de excepción sin hacerse cargo de los problemas de fondo de La Araucanía, es un voladero de luces. Lamentablemente, tal como se ha hecho costumbre en su Gobierno, el presidente nos invita a elegir entre lo malo y lo pésimo», sostuvo Andrea Parra, del Partido por la Democracia (PPD).

Ahora, las fuerzas de seguridad controlan los accesos de entrada y salida, además de la circulación en cada jurisdicción. También se encargan de autorizar reuniones públicas y de aplicar medidas que crean necesarias para establecer el orden. Para ello, se movilizaron a cientos de efectivos y equipamiento militar, incluyendo helicópteros, carros blindados y otros vehículos militares.

Con este marco, donde el diálogo parece cada día más lejano, los protagonistas del problema territorial permiten presuponer que el conflicto irá en aumento.

Por Leandro Lutzky / Tomado de Rusia Today

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