Estragos de la COVID-19 han aflorado en cuartos de final beisbolero cubano

Estaba previsto y el accionar sobre el terreno así lo confirmó: de los seis equipos envueltos en los tres primeros pareos de cuartos de final de la LX Serie Nacional de Béisbol, dijeron adiós aquellos tres a los cuales les azotó en sus filas la presencia de casos con COVID-19.

No quiero demeritar los triunfos de Granma, Pinar del Río o el monarca exponente Matanzas -que estuvieron ajenos al tema coronavirus-, pues se desempeñaron mejor, pero equipos de excelente bateo como Industriales, Sancti Spíritus y Cienfuegos no se vieron ajustados madero en ristre.

Y en el béisbol, el que no batea tiene muy escasas posibilidades de ganar, máxime en el torneo cubano en el que predomina el averaje ofensivo por encima del picheo.

En el deporte de alto rendimiento, a un colectivo en total confinamiento solo le resta crecerse psicológicamente para intentar superar a otro que, lejos de estar aislado, sí pudo entrenar con todas las de la ley en su estadio.

Aislados, preocupados mentalmente por los resultados de sus pruebas de PCR y, por consiguiente, lejos del terreno de juego, los Leones capitalinos, Gallos espirituanos y Elefantes sureños se aferraron a su hidalguía y al cumplimiento de un inédito calendario competitivo para que la Serie no se retrasara aún más de lo que ya estaba.

Las escuadras nacionales se deben preparar para los cercanos torneos internacionales del año en curso. Y aunque lo más importante siempre ha sido cuidar del contagio al deportista y a todos los que intervienen en el desarrollo de la actual temporada, es preciso terminarla lo más rápido posible.

Pero ni Industriales pudo conectarle al staff de Granma -con todo y lo que tenían al estelar Lázaro Blanco-, ni Sancti Spíritus le pudo sacar el bate, con la soltura que lo había hecho en la fase clasificatoria, al staff de picheo de Pinar del Río, en el cual se incluyeron los «samuráis» Livan Moinelo y Raidel Martínez con sus envíos por encima de 90 millas.

Además, un conjunto como Cienfuegos que lideró el departamento de bateo por colectivos en la fase preliminar, apenas pudo conectar los envíos de un cuerpo de picheo como el de los Cocodrilos, que no es tan exquisito.

Los Leones cayeron 2-3, a pesar de que apenas destacó madero en ristre el designado Stayler Hernández. Pero Gallos y Elefantes fueron barridos.
Aún resta por reiniciarse el duelo entre Santiago de Cuba y Las Tunas, que cuando marchaba 1-0 favorable a las Avispas del mentor Eriberto Rosales, se conocieron los primeros casos de COVID-19 en sus filas y luego en la nómina de los Leñadores tuneros.

En este pareo, previsto para recuperarse después del día 26 -sin fecha aún precisada-, existe ligero «empate» en el desagradable tema. Veremos entonces a qué equipo afecta menos el aislamiento al cual se han sometido.

Por José Luis López Sado/ Tomado de ACN

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