Durante las actividades en torno al Día del Trabajador de la Cultura, celebradas a priori y después del 14 de diciembre en Las Tunas, se entregaron distinciones a secciones y dirigentes sindicales destacados en el sector.

Fueron merecedores de la condición de Distinguidos Nacionales del sector los colectivos de la Banda provincial de Conciertos, el Museo provincial Vicente García, la Casa Iberoamericana de la Décima, la Biblioteca provincial José Martí, la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, el Telecentro TunasVisión y la Casa de Cultura de la localidad de Bartle.

Resulta oportuno a propósito de tales galardones reflexionar sobre varios aspectos ya en las postrimerías del 2019 y resalta la presencia en las comunidades como propósito constante de quienes llevan adelante la labor artística y literaria en Las Tunas. Lo evidenciaron acciones de la UNEAC, la Fundación Nicolás Guillén y el Centro de Iniciativas Comunitarias, CIERIC, además de proyectos como “El callejón de la Ceiba” en barrios periféricos urbanos y en asentamientos rurales.

La vanguardia creativa tunera, con un renovado Comité provincial, tornó su sede en espacio abierto al público sobre todo en el verano y resalta también la inserción en el programa de eventos de los estudiantes y profesores del sistema de enseñanza artística.

El ámbito escénico se caracterizó por triunfos en escenarios nacionales y foráneos de los grupos Total Teatro y Teatro Tuyo, además del éxito de variopintos y diversos estrenos del grupo de Teatro Guiñol “Los Zahoríes”. Mención aparte para la inauguración de la Escuela Nacional de Clown, sueño al fin hecho realidad en septiembre de este año.

La danza evidenció vitalidad en el 2019 y de ello hablan la buena salud de los conjuntos folclóricos Onilé y Petit Dancé. En tanto, salió a la luz el proyecto danzario contemporáneo “Seres”. Mientras que el ilusionismo demostró con creces que pervive con salud la Compañía Huracán Mágico, digna anfitriona de la recién celebrada XXV edición del Festival Ánfora.

Las letras volvieron a contar con su mayor fiesta anual durante la Feria del Libro, ocasión en la que se vendieron más de 66 mil ejemplares al público lector. Nuestros escritores obtuvieron lauros en el país y más allá de nuestras fronteras, realidad apreciable en consagrados y jóvenes que incursionan en todos los géneros literarios.

Los músicos, por su parte, evidencian equilibrio en expresiones tan disímiles como los ritmos populares, la trova y las manifestaciones clásicas. Esta aseveración se avala, por ejemplo, en el exitoso festival “Entre Música”, organizado por la Asociación Hermanos Saíz del territorio, que al igual que el Festival de Música Popular “Barbarito Diez”, defensor del danzón, aunó a creadores locales y de otros lares.

En el universo de los audiovisuales se destacó el Evento Hórmigo, ilustrativo del acontecer pródigo en premios de la radio y la televisión, esta última inmersa en las actividades por su aniversario XX. Vale resaltar que el festival Cinemazul volvió a promover el cine debate en pos del crecimiento cualitativo de la apreciación del séptimo arte.

En el contexto de las artes visuales los creadores de la plástica inauguraron todos los salones previstos para el año.   Las exposiciones colectivas y personales no solo se quedaron en los predios tuneros y los artesanos también brillaron con propuestas que fusionaron lo útil y lo funcional.

Todas las manifestaciones antes mencionadas se imbricaron en esa fiesta suprema de tradiciones que es la Jornada Cucalambeana. Un jubileo que festejó el aniversario 190 del natalicio de su inspirador, el bardo Juan Cristóbal Nápoles Fajardo.

Para el venidero año es menester perfeccionar en el cumplimiento de los programas de eventos y en la promoción institucional de cada uno de ellos. Así se avanzará en el empeño de ofrecer opciones de calidad al destinatario de las propuestas artísticas.