Violentas protestas tuvieron lugar en varios puntos de Santiago de Chile y otras ciudades durante la noche y madrugada, en rechazo a la muerte de un joven hincha del club de fútbol Colo Colo por carabineros.

Según reportes preliminares, al menos 20 unidades de Carabineros en la capital fueron atacadas, medio centenar de personas resultaron detenidas y 33 efectivos policiales lesionados, mientras que en la comuna de Quilicura fue apedreado el edificio de la municipalidad.

En declaraciones a una televisora el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, calificó los sucesos como una de las noches más violentas desde el inicio del estallido social el 18 de octubre.

Asimismo algunos medios señalan la muerte un manifestante, Sergio Aburto Fuentes, de 22 años, atropellado por un ómnibus del transporte público que luego fue incendiado, mientras que al menos cinco supermercados fueron saqueados en barriadas de la periferia santiaguina.

En la comuna de Colina, un grupo de personas irrumpió en el edificio de la Gobernación de Chacabuco, donde se produjo un principio de incendio, y en muchas calles fueron levantadas barricadas fundamentalmente por miembros de las barras de varios equipos de futbol.

Asimismo manifestantes lanzaron bombas molotov a instalaciones policiales en las comunas de Quinta Normal y Pudahuel, y varios ómnibus del servicio fueron incendiados en distintos puntos de la capital por lo cual fue suspendido ese servicio durante la noche, al igual que en varias estaciones de metro, producto de manifestaciones en los alrededores.

También se reportaron disturbios en ciudades como Puerto Montt, Concepción, Valparaíso y Rancagua con saldo de un número indeterminado de detenidos y daños materiales.

La víspera un profundo malestar se generó tras conocerse que Jorge Mora, de 37 años, murió la noche del martes al ser atropellado por un camión de carabineros a exceso de velocidad que transitaba por los alrededores del estadio Monumental tras finalizar un partido de los clubes Colo Colo y Palestino.

Pero el malestar aumentó luego que el chófer responsable del atropello fuera procesado por ‘cuasidelito de homicidio’ y la jueza Andrea Acevedo se limitó solamente a aplicar como medidas reportarse semanalmente en comisaría y prohibición de abandonar el país, a pesar de que la Fiscalía solicitó como mínimo arresto domiciliario total.

Por si fuera poco la jueza dijo que se trató, a lo sumo, de ‘una conducta negligente, pero sí una conducta negligente justificada’.

La muerte de mora reactivó con fuerza las peticiones de renuncia del General Mario Rozas, director del Cuerpo de Carabineros, por su responsabilidad en la desproporcionada actuación de las fuerzas policiales.

En ese sentido, varios partidos de oposición reunidos en el Frente Amplio, prácticamente lanzaron un ultimátum al gobierno al puntualizar que se remueve a Rozas de su cargo o presentarán una acusación constitucional contra el ministro del Interior, Gonzalo Blumel tras el reinicio de las actividades del Congreso Nacional luego de las vacaciones de febrero.