Con el objetivo de reducir el impacto en la economía que provoca el cerco de EE.UU, para evitar la llegada de combustible a Cuba, todo el país se ha sumado al ahorro de los portadores energéticos.

Medidas organizativas dictadas por la alta dirección del país se han puesto en marcha y son supervisadas en todo el territorio nacional.

Pensar como país no es una consigna para repetir, representa todo un grupo de acciones que debemos ejecutar, para entre todos aportar, ayudar y ahorrar.

En el sector educacional se reajustan los horarios docentes y se reorganizaron las salidas de los estudiantes en las escuelas internas, lo que ha reducido la frecuencia en el traslado hacia los hogares, con el consecuente ahorro en transportación que esto implica.

En diferentes industrias se desplazan las labores productivas a horarios de menor demanda energética. Se apuesta por la práctica del teletrabajo, para aquellos que presentan la condiciones en el hogar de equipamiento y conectividad, y el trabajo a domicilio para los que no requieran necesariamente contar con todo el equipamiento.

El empleo de la tracción animal en labores agrícolas, el traslado de mercancías y la recogida de desechos sólidos, entre otras actividades ha contribuido al ahorro de combustible.

El horario de mayor consumo eléctrico está comprendido, entre 11.00 am y 1.00 pm y las 6:00 p.m. y las 9:00 p.m. Si en cada casa se apaga una lámpara de 18 watt, durante una hora, se lograría una reducción del gasto energético de 3,3 megawatts en la provincia, según expresó el director de la Empresa Eléctrica de Las Tunas, Ingeniero Carlos Arias Sobrino.

Las Tunas es una provincia altamente consumidora de energía por parte del sector residencial, que representa un 70 % del total; sin embargo, es una de las que más ahorra en el país.  Hasta ahora, debido a las medidas puestas en práctica, no han tenido lugar las interrupciones eléctricas programadas.

El llamado es continuar con el ahorro desde cualquier escenario.